Organizando el aprendizaje
Como toda tarea, la organización es primordial a la hora de aprender inglés. Hacer una lista de las habilidades que tenemos, y/o reconocer aquellas que debemos desarrollar, es una parte tan importante como la adquisición de vocabulario o los ejercicios de gramática. Darse un tiempo para distribuir las tareas es vital cuando estamos aprendiendo inglés.
Leyendo aquí y allá
Escuchar, hablar, leer y escribir son tareas que se llevan a cabo a través de acciones específicas y sistemáticas. Recurrir a libros por niveles de dificultad que van desde el 1 al 8, por ejemplo, es una sólida opción porque es una experiencia inmersiva. Hay revistas especializadas con atractivos artículos de interés general y cultural. Ejercicios dinámicos y con encabezados e índices en español, y glosarios que facilitan y motivan la lectura, son parte esencial de su contenido.
Afinando el oído
También hay que tener en cuenta el cómo escuchar cuando practicamos» listening». A aquellos a los que les gusta escuchar canciones en inglés, ya tienen una parte del aprendizaje adelantado. Hay personas, que no solo escuchan la interpretación global de una melodía o un tema instrumental, están también aquellos que son capaces de concentrarse hasta poder oir los instrumentos separadamente; la guitarra, el piano o un saxo tienen un rol puntual en una melodía, es lo que se llama el arreglo. Esta última, es una habilidad aplicable a escuchar los matices de la pronunciación de las palabras en otra lengua. ¿Cómo se desarrolla?, atreviéndose a profundizar, prestando atención.
Hablando sin miedo
Aprender inglés, requiere también de adueñarse de lo ya aprendido. Esto último es fundamental para hablar, el miedo es el factor más popular a la hora del «speaking«. Superar el miedo al ridículo nos pondrá en perspectiva de buscar oportunidades de practicar frecuentemente, incluidos los ejercicios de repetición de una determinada pronunciación.
Escribiendo: poco a poco
La habilidad de escribir, es una de las más postergadas cuando estamos aprendiendo inglés. Principalmente, porque a muy pocas personas les gusta escribir, y para desarrollarla, la intervención voluntaria fuera de las clases, o sea el esfuerzo individual, es escaso. Es importante señalar aquí que los esfuerzos breves, pero constantes, terminan por convertirse en hábitos subconscientes. Los hábitos subconscientes, al ser más accesibles a la conciencia, se pueden regular.
Los invito a explorar esta área del aprendizaje del inglés. Conocer los procesos involucrados en la adquisición de una segunda lengua, no es una tarea difícil, todo lo contrario; al ser nosotros los que participamos en él, darnos cuenta de cómo funcionan aceleran el aprendizaje.